Desperate Graves...

Como la canción
de Octahedron,
un gran disco
que salió desde el corazón
bizarro y retorcido
de dos anzuelos del remordimiento,
que gozan en los siete infiernos
de los que aún no estando muertos,
desgraciadamente, ya son parte.

Acecha la gloria divina del penitenciario
que castiga a los abundantes de penas,
de delitos y maltratos acumulados,
esos que con los años se convierten en condenas
y ya, ajenos y cerca de todo trato
cantan su último cántico,
y se tiran al olvido
de que están vivos, sí,
y mueren de ira y de llanto
sin poder soportar
al gran tirano, al penitenciario,
que dulce y aberrado les castiga
y les deja tendidos en el efímero asfalto,
invisible y apresurado, inerte, inexistente
del maltrato aproximado
y de la muerte súbita
herida, confundida, atormentada,
de la incomprensión revienta cráneos,
degolla cuellos, veneno inyectado al miocardio,
delirio confundido, oh no, envenenado.

Sí, eso soy, una tumba desesperada
que se aterra del muerto que guarda
porque no comprende sus palabras.
Que pasea por la inconfundible tormenta
que su mismo sello crea,
jugando con su cabello de brisa
mientras que su muerto de ella intenta escapar.
Y él no se dá cuenta, que no tiene que huir de su aposento,
de ella, y esconderse en su oscuro mar,
porque ella ya huyó lo suficiente de sí misma
y de su "realidad".
Soy una tumba desesperada,
de eso ya no queda ni la duda, ni la incógnita,
ando llegando al punto en el cual
ya nada queda para descifrar.

Pero qué motivos tendré, para guardar
los pecados que he de llevar dentro de mí
cuando al muerto tenga que encerrar
dentro del perímetro de mi silueta,
de mi esencia.
-Ya lo sé, mi problema,
soy yo, los cuatro vientos.
Lo sabía, es mi esencia.
Es una impresión que me sella,
es un maldito halo el que me rodea.
Como soy el aire en los cuatro vientos puedo ir a la luna,
o al agujero cerca de ella, el Yomotsu.
Puedo volar sobre la mar, nadar en ella
y crear infinitas olas que te rescaten de la oscuridad,
o hundirme contigo en la más profunda especificidad del mar.

Antipoema; poesía vanguardista, ¿metamorfosis futurista o transgresión? Metamorfosis futurista, sí.

Siniestra Nostram.