ANTOL... AHORA SOY ANTOL.
Página 1 de 1.
ANTOL... AHORA SOY ANTOL.
No, no son mis ojos los que ven.
Cerrados sé que esperan el resplandor del sol.
Ya no necesito protección; pero sí compañía, lo sé;
son las huellas que afloran en comunión.
Los ojos sólo conforman la puerta.
No es que oigan, no es que vean,
no es que hablen mal;
es el crepúsculo y su eufonía esbelta.
No, no son mis ojos los que ven.
Soy yo.
Me refugio en mi suplemento de color;
pero no es la mandalina que suena,
y en mi oído retruena,
sólo es mi estado mágico de sopor.
No, no son mis ojos los que ven.
Tener algunos öres para la caridad...
No, así quizás me sienta un poco peor.
No son mis ojos los que ven el televisor tecnicolor;
es mi fuero, es mi Yo, ¡y no es una alucinación!
No, no es alucinación.
¿Hablamos de la torre? No, por favor, estoy comiendo.
¿Escuchamos las voces mudas de los dos? No mientras veo.
¿Por qué no leemos? No, ¿no ves que estoy durmiendo?
¿Qué harás al respecto? Bueno, todavía estoy sintiendo...
Me estoy situando en mi fuente,
y el torrente virginal no está ausente,
me elevo al centro, al encuentro y me entrego;
lo que me hace sentir que no me muero,
¿pa' qué? ¡Si justo hoy es cuando disfruto
de los ocasos en pleno silencio!
Mis tropiezos pasados ya no son quebranto;
sólo fue un espejismo del paso anterior estancado,
en el que me vi errando, desesperada y llorando,
por no encontrar una certera solución.
Ahora regresa la historia, comienza la función.
Estoy contenta por ir a mi paso,
-sí, muy acelerado-; pero es lo que hay,
y yo no pretenderé decir que no.
Lo que conduce es la escalera,
trayectos infinitos largos, pesados
y livianos, felices... No es pasajero.
Lo precioso del camino es la compañía,
uno no puede ser sin el otro,
el sueño anterior tiene que ver con dos; creo.
Lo que importa es estar observando,
despierta, bien espabilada y atenta,
ajenas a tormentos pasados innecesarios.
Creo que no volverán, al menos por los momentos.
El proyecto venía creándose desde muy atrás,
por eso llegué tan tarde, aunque asistida, (sonrisa).
Y ando como uno más, a la deriva;
en ésto tan hermoso que brilla.
Es tan comprensivo que siendo presa,
soy libre como las aguas de mi núcleo...
como mi cielo feliz y mis figuras geométricas.
Pero hoy, con nariz y pelos mutados...
con otro cuerpo, más musculoso
y conservado... Me elevé desnuda al cielo.
Y de allí un infinito manto me cubrió,
hasta que llegó a mi centro, a mi corazón,
y comenzó la fusión... Entre el núcleo
terráqueo y mis manos de flor.
No es que pierda el control, no.
Simplemente soy yo... Antol.
Sí, un susurro me llamó "Antol".
Toma ya.
Siniestra Nostram.
Cerrados sé que esperan el resplandor del sol.
Ya no necesito protección; pero sí compañía, lo sé;
son las huellas que afloran en comunión.
Los ojos sólo conforman la puerta.
No es que oigan, no es que vean,
no es que hablen mal;
es el crepúsculo y su eufonía esbelta.
No, no son mis ojos los que ven.
Soy yo.
Me refugio en mi suplemento de color;
pero no es la mandalina que suena,
y en mi oído retruena,
sólo es mi estado mágico de sopor.
No, no son mis ojos los que ven.
Tener algunos öres para la caridad...
No, así quizás me sienta un poco peor.
No son mis ojos los que ven el televisor tecnicolor;
es mi fuero, es mi Yo, ¡y no es una alucinación!
No, no es alucinación.
¿Hablamos de la torre? No, por favor, estoy comiendo.
¿Escuchamos las voces mudas de los dos? No mientras veo.
¿Por qué no leemos? No, ¿no ves que estoy durmiendo?
¿Qué harás al respecto? Bueno, todavía estoy sintiendo...
Me estoy situando en mi fuente,
y el torrente virginal no está ausente,
me elevo al centro, al encuentro y me entrego;
lo que me hace sentir que no me muero,
¿pa' qué? ¡Si justo hoy es cuando disfruto
de los ocasos en pleno silencio!
Mis tropiezos pasados ya no son quebranto;
sólo fue un espejismo del paso anterior estancado,
en el que me vi errando, desesperada y llorando,
por no encontrar una certera solución.
Ahora regresa la historia, comienza la función.
Estoy contenta por ir a mi paso,
-sí, muy acelerado-; pero es lo que hay,
y yo no pretenderé decir que no.
Lo que conduce es la escalera,
trayectos infinitos largos, pesados
y livianos, felices... No es pasajero.
Lo precioso del camino es la compañía,
uno no puede ser sin el otro,
el sueño anterior tiene que ver con dos; creo.
Lo que importa es estar observando,
despierta, bien espabilada y atenta,
ajenas a tormentos pasados innecesarios.
Creo que no volverán, al menos por los momentos.
El proyecto venía creándose desde muy atrás,
por eso llegué tan tarde, aunque asistida, (sonrisa).
Y ando como uno más, a la deriva;
en ésto tan hermoso que brilla.
Es tan comprensivo que siendo presa,
soy libre como las aguas de mi núcleo...
como mi cielo feliz y mis figuras geométricas.
Pero hoy, con nariz y pelos mutados...
con otro cuerpo, más musculoso
y conservado... Me elevé desnuda al cielo.
Y de allí un infinito manto me cubrió,
hasta que llegó a mi centro, a mi corazón,
y comenzó la fusión... Entre el núcleo
terráqueo y mis manos de flor.
No es que pierda el control, no.
Simplemente soy yo... Antol.
Sí, un susurro me llamó "Antol".
Toma ya.
Siniestra Nostram.
Siniestra Nostram- Escritor Afable
- Mensajes : 62
Plumas : 188
Mérito : 0
Fecha de inscripción : 11/08/2010
Localización : Stockholm, Sverige
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|